miércoles, 8 de febrero de 2017

Hackeando la cultura

Hay un millón y medio de personas haciendo lo mismo todos los días; y lo que hacen, lo están haciendo mal.

Un taxista acaba de girar a la izquierda en un lugar donde está prohibido doblar a la izquierda. Una niña, sentada en un asiento de una flota interdepartamental, saca la mano por la ventanilla y arroja una cáscara de banana y una botella de plástico vacía: está prohibido por normas tacitas de comportamiento urbano, no botar basura en los espacios públicos, sólo en contenedores de basura. Un conductor en estado de ebriedad, cruza la avenida en rojo. No para, no mira lo que pudo ocurrir, lo único que le importó fue su botella de trago.

¿Hasta cuándo vamos a tolerar este tipo de comportamiento?

Hackear nuestra cultura es entrometerse en esas actitudes cultivadas por nuestro entorno.

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