sábado, 28 de diciembre de 2013

SER PYME EN BOLIVIA



Para ser denominado PYME en Bolivia y poder acceder a financiamiento por medio de la Bolsa Boliviana de Valores, explicaba  Don fausto a Carmelo, empresario primerizo que quería hacer crecer su empresa, debes tener por lo menos 5 empleados vigentes, además ventas anuales con valor promedio de 3/4 partes de cien mil dólares, es decir, que si logras obtener un patrimonio neto de medio millón de bolivianos podrás acceder a financiamiento más barato que el que otorga el sistema financiero tradicional como son los bancos y las cooperativas.

Carmelo, ante la incertidumbre de pasarse a formar parte del gran ejercito de trabajadores del Estado y dejar su pequeña empresa productora de souvenirs y materiales de publicidad, pensó en continuar la lucha a tientas en un mundo que cada vez exige mayor capacidad y competencia. Su esposa, Asunta le expresaba su temor de ser parte de algo que él no tenía costumbre de hacer. ¿ De dónde vas a sacar tanta plata? le decía, quieres hacer un tinglado, quieres construir para meter más personal, ¿de dónde vas a sacar todo ese mobiliario? le exigía saber.

En Bolivia, el ser informal es parte de la cultura económica. Los comerciantes de todo y de nada viven en las calles vendiendo productos hechos a mano o importados generalmente de China. Los más avezados y que viven de sus capacidades de ofrecer un servicio a partir de sus conocimientos y proezas, generan su propio empleo y ganancia, ofreciendo desde la función de albañil, plomero, electricista, hasta técnico de toda la línea blanca y negra que entra al país por las aduanas y por las fronteras ilegalmente.

El préstamo que necesita Carmelo, explicaba Don Fausto, hombre cauto con los números y las letras de cambio, era necesario para el crecimiento de su empresa, sus equipos estaban obsoletos, necesitaba nuevas máquinas impresoras, otras computadoras con software actualizados y una estructura organizativa fuerte con un departamento contable y terminar la formalización del negocio. La mayor parte de sus ingresos se van en el pago a sus trabajadores y de los impuestos, ya que al ser una empresa de servicios, el crédito fiscal  no es suficiente para paliar el pago a la Dirección General de ImpuestosInternos.

Los gastos administrativos tales como el pago de las Administradoras de Fondos de Pensiones y de las Cajas deseguro social, se convierten en impuestos indirectos, y los costos operativos se comen sus utilidades a fin de año, sin contar el 25 % que el Estado se lleva después de cargos fiscales  directos e indirectos.

Carmelo había logrado forjar un grupo de clientes fieles a su eficacia y eficiencia, siendo preferido por su capacidad de cubrir las solicitudes de compras en el menor tiempo posible y con acertado trato al cliente. Eso era lo que le daba ventaja, el trato casi personalizado por su servicio, ya que no contaba con una cartera de clientes grande que haga crecer sus ingresos. Sus facturaciones aunque eran pocas, generaban una renta poco variable y daba sostenibilidad.

Según el Instituto Nacional deEstadística, más del 90 % de las empresas en Bolivia son Micro, pequeña o medianas, eso quiere decir, que ese trabajo hormiga que realizan la mayor parte de la  población económica activa, son los que mueven el circulante día a día, convirtiéndose en las articulaciones por donde transitan la sangre y el aire monetario que se convierten en la liquidez de las grandes empresas.

Carmelo, que dejó de ser empleado desde el 2009, y ganar ni la cuarta parte de lo que genera como independiente, piensa y sueña, con generar más empleo y así dar oportunidades a otras personas que como él, primero pasaron por las filas de los asalariados y luego micro empresario. Pocos son los que piensan y se animan a dejar su puesto fijo en un trabajo mediocre, para lograr crear unidades económicas y arriesgar su fuente de ingresos y patrimonio. Son días sin horario de entrada y salida, sin días feriados o vacaciones, sin aguinaldos ni bono.

Preparan-Pymes-para-la-bolsa-de-valores



viernes, 27 de diciembre de 2013

VUELVE EL ESTADO EMPRESARIO



El esfuerzo privado ha encontrado una nueva competencia, la de su propio Estado, el que lo gobierna.

1985,  6 de agosto, Víctor Paz Estenssoro, con la cara cansada y los gestos maduros, se miraba al espejo mientras repasaba su discurso, "Bolivia se nos muere", repetía una y otra vez, al lado de su mesita de luz, un decreto sin  firmar, nominado con el 21060, esperaba pacientemente. En el papel escrito,  en un membretado de la República de Bolivia, el mandato rezaba  la muerte del modelo económico estatista que había caracterizado a la revolución nacional;  33 años antes,  el mismo presidente, como cosas del destino,  con el rostro más claro y lleno de virtudes y arrogancias, afirmaba lo contrario.


1985

Ese 29 de Agosto de 1985  se consideraba que la situación económica del país no era de las mejores, que la hiperinflación, los desajustes institucionales,  el déficit fiscal, y muchas cosas más, estaban mal;  por lo tanto, el decreto que  en su artículo primero, proponía  un régimen de tipo cambiario único, real y flexible del peso boliviano, daba inicio al nuevo modelo económico al que Paz Estenssoro auguraría por lo menos 20 años.

2005, se elegía un nuevo presidente, llamado Evo Morales, con el discurso indigenista y la propuesta clara y precisa de volver al modelo estatista. Desde ese preciso momento, que las lágrimas del nuevo mandatario corrían por su mejillas, como tantas veces se repetiría en su futuro, se cumplía la profecía. El modelo duró 20 años exactamente.


2005


Lanacionalización de YPFB y muchas otras empresas que fueron privatizadas en los años noventas, volvieron a generar ingresos para el gobierno, y de esa manera, la estrategia, se definía. El "empresario privado", en consecuencia, se convertiría en una muletilla repetitiva y desgastante,  en la representación de la derecha, a la que hay que enterrar.

26 de Diciembre de 2013, de nuevo, el gobierno arremete en su consigna de engrandecer su estructura empresarial; Evo Morales mediante ley  dictamina, que los empresarios privados no pueden realizar la inversión que los bolivianos necesitan y que las empresas del Estado Plurinacional si pueden. Es por eso, que como en 1985, se introduce en la historia económica del país, una página reescrita, con nuevas palabras pero que significan lo mismo. La ley de la empresa pública - donde se establecentres tipos de empresas: La estatal (EE), la estatal mixta (EEM) y la empresa mixta (EM).


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2013

Más allá de que un decreto haya sido considerado como algo oportuno y que dos décadas después sea satanizado y maquillado en una ley que dice y propone lo mismo, y por lo tanto también tenga el mismo concepto de oportunidad, la economía y el esfuerzo empresarial, venga de donde venga, tiene la misma intención que propone el capitalismo, solo que esta vez, es del Estado portentoso y generoso.

Tal vez volverán los empresarios mendigos, esperando que el gobierno le solucione todos los problemas, o que la corrupción corrompa con el tiempo, los ideales nacionalistas. La pulseta de la izquierda y la derecha no dejan de ser más que luchas permanentes donde los Estados se convierten en estadios romanos con gladiadores que pelean por sobrevivir.

En este vaivén político económico, se desenvuelve Bolivia, con sus protagonistas y antagonistas, escribiendo una historia donde lo que se construye se destruye para volver a edificar sobre los escombros.


martes, 24 de diciembre de 2013

PERSONAJES DE LA TELEVISION: ANALIA, GRISEL Y RONICO


Las historias de la televisión suelen ser muy divertidas, como la  de tres personajes que habitan en ella. Es el caso de Analía roca, Grisel Quiroga y Ronico Cuellar. Tres ex compañeros de trabajo que hicieron sus pininos en la pantalla chica en la productora CFVB producciones.

Analía comenzó primero, con Dame Cámara en 2006, después de haber pasado de ser reportera y asistente en piso para los programas "Como Venga" y "Sin Letra Chica", también se animó a ser conductora de un formato nuevo en nuestra tele, pero que ella conocía muy bien. Los programas de archivos son famosos en Argentina, sobre todo en la época que ella consumió mucha televisión. Desde los noventas hasta mediados del Dos mil, la tele autorreferencial predominaba entre los programas preferidos de la gente; ella, nacida en Buenos Aires, de padres Bolivianos, arriesgó y ganó, se cambió de ciudad, de vida y se atrevió a mandarle un mail a Carlos Valverde compartiendo su opinión y contándole de donde venía y hacia donde iba: comunicadora audiovisual egresada de Diakonía, eran buenas referencias, al año de haber mandado esa carta, comenzaba el programa DAME CAMARA que llevaría a la televisión boliviana, a un mundo paralelo casi irreal, al mostrar los errores y a los perfectos de la tele, equivocarse una y otra vez.

2006 - 2010

Grisel Quiroga llegó casi al mismo tiempo que Ronico a formar parte de la productora. La primera llegó con unas ganas de comerse al mundo, rubia total y llena de magia. Venía del mundo fantástico de las tablas del humor, de Chaplin Show, donde Oso Mier le sacaba el jugo de actriz y humorista, aunque con más ganas que experiencia, logró acumular en poco tiempo adeptos y compinches que la alentaban.

Su inicio en la televisión fue con un programa que no tenía ni pies ni cabeza, solo un nombre largo sacado de una canción de heavy metal: "Quien nos creemos que somos", propuesto por el Director General Carlos Valverde, que siempre le gustaron los nombres con contenido más que palabras monosílabas cliché, luego tomó forma a partir del carácter de sus productores y presentadores. Previa participación en Dame Cámara, reemplazando  a Analía por el embarazo de su primer hijo, logró sacar buena nota en el mes que estuvo ausente la conductora estrella. 

Analía Roca - Grisel Quiroga 2008

Luego, después de esperar el espacio en Activa Tv, se lanzó el programa, una revista de humor emitida los sábados con reprís en domingo, donde una divertida Grisel realizaba entrevistas y presentaba notas entretenidas, utilizando su capacidad de reír por todo y por nada, su carisma que le desborda por la sonrisa, y su capacidad de adaptarse a todas las situaciones propuestas por la producción del programa. A ella le llamaba la atención el formato Latenight, pero el destino se encargo de ponerla en un horario más femenino. Al terminar su ciclo en "Quien Nos Creemos que somos", fue reclutada por Unitel, que vio el brillo en ella y la puso en la Batidora.

                          





Ronico, que comenzó su carrera artística en una moto, con una cámara en el casco, se empapó del mundo de la televisión desde lo más básico: camarógrafo, notero de calle, y luego co. presentador en el programa "QNCQS" junto con Grisel, llegaron a competir en el mismo espacio, él sentado a un lado de ella, comentando las notas que  hacía, y poniéndole el humor que lo caracteriza


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 Llegó en el momento justo a la pantalla chica, con la edad suficiente como para ser un novato y aprender de su talento. Al final del ciclo del programa, decidió escuchar ofertas de varios canales, pero no pudo resistirse a irse a La Revista de Unitel, a llenar el espacio que dejaba Pablo Fernández, algo que logró con éxito.



                          




Tres personajes, que cayeron en buena tierra televisiva. Analía encontró espacio para hacer LAPSUS en Red Uno de Bolivia, Grisel y Ronico en la Red Unitel, dos de las principales redes nacionales que conforman la industria audiovisual. Ocho años de ser parte de la historia de la televisión boliviana que entretiene.




                                 

viernes, 20 de diciembre de 2013

EL CRONISTA DE SANVERLEING

EL CRONISTA DE SANVERLEING
 #ficción
@750palabras


Cuatro mil personas morían en el extranjero. El, que camina por todos lados, con sus patas de perro, no creía lo que pasaba alrededor de oráculo de Nonflest.

La criatura despiadada agarraba a los hombres por las piernas y los descuartizaba en cuatro pedazos: los brazos caían encima de los techos de las casas; las extremidades superiores en los árboles de manzano; la cabeza y el tórax en el río más cercano. Después de la victoria heróica registrada por Neflontes, el cronista de la época, poco y nada quedó del recuerdo de los pueblerinos, ya que él se encargó de recoger cada testimonio ignominioso y sacramentarlo con gritos de dolor. Llevaba en su morral una libreta de caña hueca y un bejuco para anotar. Su silibanto lo guiaba por las rutas, y mandaba toda su correspondencia, al problemario local, con las aves que pasaban al norte.

Neflontes había estudiado las acciones de los Corintianos, los Mecéfoles y los Austrianos: conductas similares y desastrosas. Lo que había ocurrido en esa localidad cerca del río, donde los Urutas residían, era algo que la historia llamaba: golpes del destino. Simulando escribir todo lo que escuchaba, a veces se memorizaba las palabras con el sonido propio del lugar. Si decían dolor, recurría al sonido intermitente de las aves  al cruzar el cielo. Si decían palabras que recurrían a la pasión, los colegía con los de los pasos de los caballos. Si replicaban los desajustes de la naturaleza, los remitía a los olores y causas nobles.

Ese día él pasaba por casualidad por el lugar, perseguía una historia como buen cronista, que lo lleve a la seducción de la palabra y al jolgorio de la información. Sazonaba en su mente la quisquillosa vida de los palestinos que habían huido de las tierras áridas de su territorio para caer en las selvas vírgenes del occidente. Neflontes, que había estudiado en los edificios mediterráneos de las grandes universidades en la colonia real, decidió dejar de contar muertes y vidas de gente que todo el mundo conocía para interiorizarse con el resto de los hombres. Fue así que llegó en plena refriega donde un monstruo de cuatro cabezas y seis patas, volaba arrasando con la población de un pueblo beduino, los Urutas, eran gente tranquila que vivía de la caza de mariposas y de reponer agua a las nubes. Subían anaqueles completos de agua dulce hacia los oráculos para nutrirlos de sabiduría y, reunían entre sí, la mayor cantidad de piedras preciosas que guardaban la memoria de los pueblos del mundo. Vivían internados en la selva meridional, extrayendo jugo de vetustos y manzanos del edén. Neflontes, que con su ojo refractor, fue llevado por caminos paralelos, escuchó los gritos y corrió hacia ellos.


En el interior de la comunidad habían túneles que llevaba al centro de la población, de los cuatro mil habitantes en la zona cero, solo quedaban cien, internados en una especie de cuartel general, custodiados por animales que medían más de dos metros, con cabeza de leones furiosos a cada lado del cuerpo, impeliendo la entrada de cualquier mortal por atrás y  por adelante. Lo guió un niño que Neflontes había rescatado de la garra de la bestia.

En el interior de la cápsula subterránea se encontraba todo el poder de la tierra, sumida en cuatro motores que hacía que se mueva el planeta. La reactividad de una máquina conectada a una planta simbiótica llena de raíces arraigadas a la piedra frontal. Un panel de placenta y plasma que monitoreaba los buenos y los malos pensamientos, los miedos y los sufrimientos, así como las alegrías y las esperanzas. Un montículo de piedras brillantes que eran extraídas de un túnel del tiempo, con la cual daban poder a la máquina reactora de toda la energía. el último de los motores era una pequeña tableta hecha de sirionó que servía de control y enchufe de poder central.

En ese vistazo general, Neflontes logró entablar su primera entrevista con alguien que daba las ordenes y que hablaba en todos los idiomas del mundo. Somos cien personas que estamos resistiendo al desastre universal, esgrimió entre susto y tragedia, hablaba con superioridad y templanza pero con el apronte de los hombres que no tienen nada que perder. Somos el último eslabón de las buenas causas, lo que usted ve, explicó, es la base central de todos los registros que la humanidad tiene como resquicio, es decir, aquí se guarda toda la verdad sobre nuestra existencia, resguardada en esta cápsula oculta bajo la tierra de los Urutas. Ellos han sido por siglos protectores de los designios del más grande de los espíritus y que ha dado vida a todo. El esplendor de su luz puede ser acabada si no resistimos esta lucha que tenemos frente a esta criatura de cuatro cabezas y seis patas.

Neflontes obligado a salir a empujones del lugar por los guardias que se dieron cuenta que no era un Uruta, lo votaron al centro de la pelea, pero ya casi todo estaba acabado, los cuerpos sin vida de los pobladores del lugar, la imagen sangrienta, el humo y el cielo confrontados.

Sanverleing era un Estado dentro de otro Estado, según cuenta los mapas cartográficos de la época, explicaba el cronista, era tierra bendecida con el mayor de los frutos, la manzana y la verdad. Todos se alimentaban de ella, la gente vivía de manera pacífica, antes de los Urutas, que en el idioma castellano significa luchador protector, habían llegado allí después de haber vivido dos mil años nómadas.

Los Urutas son gente pequeña, de rasgos frágiles, blancos como la nieve y fuertes como las rocas. Su jerarquía más alta, era el que poseía la mayor nobleza y fidelidad a la causa. Ellos sabían que protegían algo, pero no sabían exactamente que. Vivían debajo del centro de poder de parte del universo y sentían esa fuerza que los magnetizaba al lugar.

La criatura despiadada, que volaba arrojando ácido desde su boca, tenía cuatro cabezas porque se mezcló con los cuatro vientos del terror, fue ensamblado en la mente peligrosa de los que querían el poder total, sus piernas fueron creciendo a medida que en las peleas se le eran arrancadas, a su favor, su metamorfosis celular creada en un experimento científico de clonación, le daba las propiedades de reproducirse y crear nuevos miembros y extremidades desmembradas. Era una mezcla de dinosaurio con dragones, sacados de los libros de la edad media.




jueves, 19 de diciembre de 2013

El Big Brother - La importancia de ser el hermano mayor


@750palabras

La importancia de ser el hermano mayor, la  percepción de padres y madres que creen ver crecer a sus hijos, unos más grandes que  otros.

Cuando Matías nació, Lucas creció cinco centímetros, articuló mejor las palabras, utilizó lenguaje gestual acorde a la situación. Ese día él dejó de ser el Bebé de la casa. Cosa rara porque todo el mundo decía que el nuevo integrante de la familia se parecía tanto al primero, que daba la impresión de que hubiera nacido de nuevo.

Medianoche, los cólicos volvieron otra vez, ya casi nos habíamos olvidado que los eructos, el neogasol y las manzanillas, eran parte del diario vivir del nuevo niño. los pañales de recién nacido, las bañeras esterilizadas y las mamaderas de vidrio, todo volvía a repetirse. Pero algo que no llegábamos a entender era, por qué Lucas, el hijo mayor, había crecido tan de golpe, de la noche a la mañana, después del parto, su semblante cambió, su mirada era adulta, y sus huesitos de niño tierno se estiraron. Donde quedó el bebé que nos había acompañado durante cinco años.

Matías a cada mamamerada crecía exorbitantemente, sus brazos se volvieron robustos, su cuerpecito frágil en una bola inmensa de piel lechosa  llena de rollitos que le sobresalían  de su  body. Todos sorprendidos alrededor de la cuna mirábamos con asombro el desarrollo de ese angelito que comía cada dos horas y vomitaba el residuo lactario. Las noches parecían eternas cuando no podía conciliar el sueño por un gas mal distribuido en la barriga del neonato. Cinco semanas y todo parecía normal; menos el hijo mayor, que a cada mirada cariñosa regalada a Matías, su semblante dibujaba un ceño fruncido tan marcado como si se mirase en el espejo de su padre, calca de una actitud de adulto, confundida con la de un niñito.

Falsas eran las aseveraciones, como todas son iguales, cuando emprendimos hacia las vacilaciones, hacia lo que veíamos que iba a ocurrir, diez meses antes la noticia de que un bebé iba a  crecer en la pancita de mamá ofrecía una alegría rara, tonta, de esas que nadie se las cree. - Todos contentos, y ¿por qué? porque alguien más va a llegar a la casa, va a compartir mis juguetes y mis espacios de amor, cariño y atención -. eso es lo que dicen los libros que va a pensar el niño o piensa en defecto, lo que nadie nos dijo era que iba a crecer de esa manera.

tiene las piernas largas, la cabeza ha crecido tanto, sus ojos miran diferente. Piensan diferente, hablan diferente, argumentan bien, da miedo pensar que ya saben que es lo que va a pasar, a cada palabra arrojada al vacío como parte de un plan, lloran, gritan y mensajean directo a la mente de los padres, como manipulando el orden de los factores para acelerar el trance hacia lo que ellos ven conveniente hacer.
Un estudio científico acaba de aseverar que la principal causa del crecimiento de los hijos es la distorsión subjuntiva de los verbos, de los adjetivos que uno utiliza por no llamar las cosas por su nombre.

Los hijos no son más que seres humanos que se desarrollan según la alimentación y la salud que les sea proporcionada, lo demás lo recogen en el camino. un niño con silencios en demasía y falta de comportamiento social es porque no tiene con quien compartir y explorar su lenguaje; al contrario, niño que explota en su comportamiento hasta ser demasiado hiperactivo, es por la sobrecarga de información y de energía que se le proporciona.

Las sociedades modernas tienen ese plus que le generan a los nuevos integrantes de la familia. La hiperactividad la conciben ellos como algo normal, no va más la lentitud del tiempo, el espacio perdido para jugar sin pensar que hay miles de cosas más en que distraerse, sino que es lo opuesto, queda tanto por hacer, la fatiga mental y el desespero por llegar a tiempo a hacerlas, se ha convertido en una especie de enfermedad mas que hay que curar.

Lo que explica el estudio, es que tanto la madre, el padre, y el hijo  que acaban de recibir a esta personita que se ve tan tierna, provocará efectos de distorsión en la realidad. Creceremos más, de brazos, piernas y matrices; los senos se achicarán, los hombros se fortalecerán, la voz tendrá un timbre especial y los espacios de la casa se reducirán. Seguro también encontraremos coincidencias en un montón de detalles como ser: Tiene mi mismo color de ojos, dice el padre; tiene mi misma nariz, dirá la madre; pero el hermano mayor, la única similitud que encontrará es que esos mismos mimos que le daban a él, ya no se lo darán más. ¿Por qué? porque aparentemente, el niño creció, es el hermano mayor, y vive ya en otra clase de mundo, es un infante pero es el hermano mayor y, está obligado a madurar y a enseñar con tono mayor. Ser valiente, dar el ejemplo, ayudar a hacer las cosas, y de pronto, el rato menos pensado, el castillo de naipes se caerá estrepitosamente.




miércoles, 18 de diciembre de 2013

La persona más inteligente y más triste del mundo.

TONTA DE AMOR


@750palabras


Que chistoso es el cerebro, te puede hacer la persona más inteligente y más triste del mundo.

Cuando Ángela cumplió 10 años, le regalaron una muñeca tamaño gigante, cerraba los ojos y lloraba cuando le sacaban el chupete. Esa tarde, que jugaba a ser mamá de una niñita de plástico, al cruzar el umbral de un alambrado que rodeaba la casa apenas terminada, se rasgó la cara con el filo de la púa del alambre,  y le abrió una herida debajo de la mirada, que la acompañaría por el resto de su vida.

Cuando cumplió 15 años, en vez de fiesta,  se confirmó  en la catedral como fiel servidora católica, con su vestidito blanco, guantes y rosario en mano, emprendió  una marcha hacia la pubertad dolorosa, fingiendo no tener nada en el rostro. La tristeza se apoderó de ella.

El colegio lo pasó con elevados promedios, calificaciones propia de una estudiante  sobresaliente. Se aprendió los números romanos hasta el mil, la profesora de historia la adoraba, en lenguaje nunca tuvo problemas, peor en religión que se sabía al dedillo la cruces y los designios de los mandamientos.

Luego vinieron las clases en los institutos, las declaraciones forzosas de trabajo, las imaginarias sesiones amatorias lejos de casa, los piropos por la calle, caminando por la plaza, subiendo al microbús, dedicándose a pintar sonrisas amargas en los labios. Todo el mundo sabía que esa mirada con el rostro rasgado ocultaba algo, el misterio de lo incierto, el silencio de la tragedia, el terror de la mente.

Era un suplicio levantarse, caminar hasta el baño, abrir el grifo, mirarse al espejo;  el cerebro le había configurado una mirada devastadora, inescrupulosa y desacertada. Era una mentira cada día cuando decía que el problema que le había provocado esa cicatriz lo había planeado alguien malo. que alguien había pensado arruinarle la vida una y otra vez cada mañana. Todo un tormento, mares nefastos de pensamientos negativos golpeando contra su rostro.

En el pulpito, el cura clamaba, la iglesia se silenciaba y atormentada por la acusación escuchaba decir: "cada uno de nosotros somos dueños de nuestro destino, pero solo una persona te hará libre" La libertad pensó, ¿cuándo será el día que conozca la libertad? se preguntaba; se encontraba presa de una imagen, de un dolor que la cegó y le cambió la mirada; un simple evento, un hecho nutrido de imprevistos. ¿dónde estaba la libertad ese día para no haber elegido salir a jugar al patio, dejar la muñeca tirada y atrincherarme en mi cuarto?, rezaba en la iglesia una y otra vez.

Un veneno maldito tenía esa púa de alambre se decía, un virus infeccioso que desarrolló todo su potencial en el espíritu de su amargura, sentimiento aparte, involucrado con los designios mal entendidos de los mensajes bíblicos. ¡Sos tirana de tu mirada!, se repetía una y otra vez, ¡sos tirana porque no te permites ser feliz! se castigaba inexorablemente cada día. La repetición es una causa del cerebro, es esa maquinita que procesa todo lo que guardamos y ordena con comandos   en un computadora para procesar ordenes que aunque vayan en contra de uno, se ejecutan  una y otra vez. La inteligencia nunca es un factor de credibilidad de nada.

Como parte del castigo, el cerebro, influenciado por recuerdos machucantes de escenas de castigo, decidió enviarla al otro lado del mundo, a buscar el amor con alguien más triste que ella. Salió con las maletas llenas de esperanza, con el martirio detrás. Llegó a cruzar la frontera y se encontró con el destino, despiadado y maloliente, recurrió al aprendizaje de los vientos y los cometas y, se dejó llevar por las cauces del rio de la aventura. Se desnudó frente al espejo, se miró perdidamente, sin encontrar una herida más que la de su cara, y pensó, soy perfecta. tengo el agrado de presentarme ante ti, le dijo a su amante  improvisado y provisional, virgen y despojada de toda enseñanza perturbadora, de iglesia y colegio de convenio, para asegurarme ser tuya por un trance de mediodía.

Caminó por la vieja Europa, repasando en la mente las calles de su infancia, miraba en los vitrinales de las grandes tiendas en Madrid, la cicatriz que le había marcado la vida. Susurraba alegre, que prefería vivir tonta de amor, a inteligente en soledad. Emborrachada de tanta locura, se olvido de sus defectos y corrigió algunos comandos mentales que hacían a  su cerebro, su carcelero, proxeneta y demandante.

Cuando volvió, después de 2 años de autoexiliarse de sus pecados, se encontró de nuevo con ella misma, se miró y se reconoció, ¿Dónde estuviste? le reclamó, su imagen fragmentada de su niñez y adolescencia, seguían caminando alrededor de su mente.






martes, 17 de diciembre de 2013

La procesadora de datos emocionales


EL CONTADOR DE SEGUNDOS
Procesadora de datos emocionales

@750palabras


Vivía contando los segundos de todos los eventos de su día. las horas de sueños, los  segundos perdidos, los pasos andados, ¡todo!

Una mañana caliente, en pleno segundo anillo, cuando el rojo lo frenó en seco, y el semáforo inteligente le dio la cuenta del tiempo que iba a permanecer allí, apostillado en su auto, soportando el sol quemante del casi mediodía, empezó a contar: 36, 35, 34, 33...y así hasta llegar al esperado verde para continuar por el carril derecho. Luego llegó el siguiente semáforo, y comenzó la misma cuenta, pero esta vez de memoria, mientras miraba al mimo que jugaba con cinco pelotas tiradas al aire, para que al final del conteo, reciba una moneda de regalo por semejante proeza.

Pasaron los días, pasaron los meses y Eduardo no se había dado cuenta que el hábito de contar todo,  segundo a segundo,  lo había desarrollado a tal punto que se tornaba obsesivo: sacaba las cuentas de gastos  diarios  una y otra vez, contaba los billetes que residían en su billetera y los quintos que tintineaban en el bolsillo, sumaba las veces que se levantaba por las noches:  él, su esposa y sus hijos. Los pitazos que daba el guardia en su ronda nocturna, llevaba las cuentas de las veces que los vecinos discutían.

10 segundos para esperar el elevador, 20 segundos para subir hasta el segundo piso, 5 segundos para que se abra la puerta. 4 pasos para llegar a la casa, dos vueltas a la llave de la entrada  principal, y 2 cucharadas de café con 4 y media de azúcar. Contaba los pasajeros en los micros, los postes de luz a su paso, los autos estacionados por cuadra, los quintos que recibía el loquito de la Avenida Brasil para recaudar para su pucho.

Nunca fue bueno para las matemáticas pero le gustaban: cuando estaba en el ciclo intermedio del colegio Mariscal Sucre, se desesperaba por pasar de la simple aritmética a hacer problemas de Algebra, lo miraba al Baldor como un libro desafiante, al cual quería vencer. Nunca lo hizo, su capacidad de concentración le impedía pasar la tarde completa traduciendo todos esos números amarrados por cuentas que al final del compendio de problemas matemáticos, los podía adivinar sin esforzarse mucho.

Un día malcriado, el profesor de matemáticas, le puso un cero tan grande, en su hoja de examen, que tuvo el temor de mostrarle a su padre, ese día comenzó a estudiar caligrafía para falsificar la firma de su progenitor: treinta años después, le  confesaría su astucia,  en una transacción cualquiera, cuando el hombre cansado de la vista, le pide firmar por él.

Guardaba  las cuentas de las mujeres que había llevado a la cama, las horas perdidas en los micros yendo y viniendo, los goles marcados en la canchas de los barrios de la ciudad. los libros leídos y las películas vistas. todo desordenado en un trajín diario que se acumulaba en su memoria.

Siempre pensó que en los números estaba la solución a todos los problemas habidos y por haber. La reducción de los errores, la contabilización de los éxitos, la simulación de una trayectoria en base a las estadísticas, ¡todo!; pero, lo que no entendía era, porque nunca llegaba a la cuenta final. la sumatoria de todos esos eventos, la transversalización de toda esa información no la había podido capitalizar.

Un día, en su locura de llevar todos esos datos a una máquina, decidió construir una procesadora de datos, que arroje como cuenta final, las veces que perdió y ganó,  haciendo la contabilización de esos números, una herramienta para entender, que más allá de contar y contar, está el entender, a cada paso, a cada segundo, lo que ocurre alrededor.

la matriz principal, el eje funcional, era su familia: la veces que le decía que los amaba, los momentos cuando más se enojaba, los días enfadado y las noches cansado de alegría. Los dientes de leche de sus hijos, las veces que repetía "te lo dije", los momentos tristes y los momentos alegres, los dejavuses y las repeticiones propia de la automatización de las cosas. Los "claro que si" y "los como no", los "te amo" y los "te odio". Las horas frente al monitor del televisor,  de la pc y de la tablet. Las fotos sacadas con el smartphone, los clics de "Me gusta" de las fotos subidas al facebook, y los tuit retuiteados por otros. Una interface de datos propio de la inteligencia emocional, vectores con líneas funcionales trazando las puntos de equilibrio cuando las ganancias son absolutas o las pérdidas devastadoras.

Al terminar la máquina, Eduardo, agarró su procesadora de datos emocionales, y la  encerró en una caja hermética, llena de claves de seguridad y la guardó en el fondo del mar de sus preocupaciones, como quien siembra una semilla para cosechar en el tiempo, los números perdidos de su vida.





lunes, 16 de diciembre de 2013

LA DESIGUALDAD EN TIEMPOS DE RIQUEZA

LA DESIGUALDAD EN TIEMPOS DE RIQUEZA

@750palabras


Cuando el presidente firmaba el decreto del doble aguinaldo sentenciaba, con voz de pastor, que la igualdad ya no era más una utopía.


Cinco de la mañana, las campanadas de la iglesia central daban a gritos de hierro la voz de alerta de que el día había comenzado. En el gabinete ministerial, desde la silla del ministro de economía, la certeza de que el dinero acorralado en cuentas de bancos de empresarios, muy pronto, saldrían a borbotones, cayendo directamente, al bolsillo de los empleados.

El cálculo era certero, inimaginado, perverso por otro lado. La mayoría de la gente que trabaja lo hace de manera independiente, sin hacer ni esperar por otro, solo valen de sus esfuerzos artísticos por ganarse la vida. Algunos cocinan, otros limpian, muchos barren, la mayoría revende lo que encuentra en el mercado negro. Otros piensan y creen en el héroe empresario, en el hombre que se va a sostener por su propia cuenta y va a dar trabajo a otros, aunque sea para sobrevivir, pero lo va a hacer.

Cuando el párrafo primero ingresa a la hojilla en blanco y pinta con tinta negra la norma, los muchos y pocos que estaban sentados alrededor del presidente no sabían de que se trataba, quizás porque ellos también son empresarios, y no era bueno prevenir para lamentar. Ese es el objetivo, herir pero no matar, decir para luego desdecir y quedar sano de toda locura.

Al promediar la medianoche, todo estaba resuelto, al día siguiente la gente se iba a levantar con dolor de cabeza, por beber un trago que emborracharía de dolor y de alegría. Los empresarios, agarrados del periódico, leían con asombro, una suerte de mal chiste, refutado con fuentes oficiales; mientras tanto, los incrédulos trabajadores, obreros, proletariado ajustado a sus medidas, tampoco entendían que era un segundo aguinaldo, hasta que cayeron en razón, y comenzaron a beberse su decimo cuarto sueldo del año, sin haberlo recibido.

La economía es una prostituta, que se deja con el que más tiene, es su trabajo, no es una ofensa, es su negocio, no una posición política. Entonces cuando a la economía se le arroja dinero a mansalva a la calle, se genera una pira que arde hasta el cielo y fermenta un engendro llamado inflación. Este monstruo luego se come parte de los sueldos, de los saldos remanentes después de haber logrado cubrir los costos de la canasta familiar. Pero eso no es nada, es un monstruo que llega y se instala y pone su propio puesto de comida en el mercado, donde el precio que el dispone es lo que los demás también proponen.


Las empresas, saqueadas por la inconsciencia de quienes apenas han administrado su propio dinero para dar trabajo a otros arriesgando su propio capital, se encierran a buscar soluciones, estos seres vivos que son las empresas, comienzan a pensar en desmembrarse, a decapitar ciertas partes del cuerpo, para sostener el peso del resto de la estructura orgánica. Hay que sacrificar, y casi siempre el sacrificio es humano, no venden activos, decapitan recursos humanos, gente que feliz por un segundo aguinaldo, no saben que están perdiendo a corto plazo, su única fuente laboral, a diferencia de los que gobiernan, que tienen comprado hasta sus ataúdes para irse al más allá a disfrutar de sus riquezas que les ha dejado la gobernancia pública.

No hay reparos, el mal ya está hecho, valga la redundancia, que aunque no se hayan nombrado antes, los muertos en esta guerra siempre son los supuestos beneficiados de estas normas, de estos doble aguinaldos, que son como bayonetas cuando llegan a atravesar el cuerpo sin previo aviso.


Los presupuestos quedaron añicos, las planillas sin bordes en blanco porque los números grandes no caben en boletas de pagos de caja chica. Los instrumentos financieros y las movidas seculares pasan a ser obsoletas y el intercambio de rezos en las iglesias  aumentan, donde los fieles dueños de empresa, jefes de poco y nada, buscan refugio, aunque sea en la repetición de palabras de consuelo para no ser condenados a un embargo por falta de pago de una obligación financiera o fiscal.

El año que subió un empresario al poder, lo vendió todo; el año que subió un proletariado al poder, lo regaló todo. El primero vivía de comisiones por venta; el segundo de adulos y victorias pírricas. Pareciera que la igualdad en tiempos de riqueza es lo mismo que la desigualdad en tiempos de pobreza, no importa el orden de los factores, el resultado es el mismo.