El
esfuerzo privado ha encontrado una nueva competencia, la de su propio Estado,
el que lo gobierna.
1985,
6 de agosto, Víctor Paz Estenssoro, con
la cara cansada y los gestos maduros, se miraba al espejo mientras repasaba su
discurso, "Bolivia se nos muere", repetía una y otra vez, al lado de
su mesita de luz, un decreto sin firmar,
nominado con el 21060, esperaba pacientemente. En el papel escrito, en un membretado de la República de Bolivia, el
mandato rezaba la muerte del modelo económico
estatista que había caracterizado a la revolución nacional; 33 años antes, el mismo presidente, como cosas del destino, con el rostro más claro y lleno de virtudes y
arrogancias, afirmaba lo contrario.
1985 |
Ese
29 de Agosto de 1985 se consideraba que
la situación económica del país no era de las mejores, que la hiperinflación,
los desajustes institucionales, el déficit
fiscal, y muchas cosas más, estaban mal; por lo tanto, el decreto que en su artículo primero, proponía un régimen de tipo cambiario único, real y
flexible del peso boliviano, daba inicio al nuevo modelo económico al que Paz
Estenssoro auguraría por lo menos 20 años.
2005,
se elegía un nuevo presidente, llamado Evo Morales, con el discurso indigenista
y la propuesta clara y precisa de volver al modelo estatista. Desde ese preciso
momento, que las lágrimas del nuevo mandatario corrían por su mejillas, como
tantas veces se repetiría en su futuro, se cumplía la profecía. El modelo duró
20 años exactamente.
2005 |
Lanacionalización de YPFB y muchas otras empresas que fueron privatizadas en los
años noventas, volvieron a generar ingresos para el gobierno, y de esa manera,
la estrategia, se definía. El "empresario privado", en consecuencia,
se convertiría en una muletilla repetitiva y desgastante, en la representación de la derecha, a la que hay que enterrar.
26
de Diciembre de 2013, de nuevo, el gobierno arremete en su consigna de
engrandecer su estructura empresarial; Evo Morales mediante ley dictamina, que los empresarios privados no
pueden realizar la inversión que los bolivianos necesitan y que las empresas
del Estado Plurinacional si pueden. Es por eso, que como en 1985, se introduce
en la historia económica del país, una página reescrita, con nuevas palabras
pero que significan lo mismo. La ley de la empresa pública - donde se establecentres tipos de empresas: La estatal (EE), la estatal mixta (EEM) y la empresa
mixta (EM).
2013 |
Más
allá de que un decreto haya sido considerado como algo oportuno y que dos décadas
después sea satanizado y maquillado en una ley que dice y propone lo mismo, y
por lo tanto también tenga el mismo concepto de oportunidad, la economía y el
esfuerzo empresarial, venga de donde venga, tiene la misma intención que
propone el capitalismo, solo que esta vez, es del Estado portentoso y generoso.
Tal vez volverán los empresarios mendigos, esperando que el gobierno le solucione todos
los problemas, o que la corrupción corrompa con el tiempo, los ideales
nacionalistas. La pulseta de la izquierda y la derecha no dejan de ser más
que luchas permanentes donde los Estados se convierten en estadios romanos con
gladiadores que pelean por sobrevivir.
En
este vaivén político económico, se desenvuelve Bolivia, con sus protagonistas y
antagonistas, escribiendo una historia donde lo que se construye se destruye
para volver a edificar sobre los escombros.
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