Cuando quedarse en casa significa protegerse.
Son las 20:38 minutos y el Ministro de Salud Cruz ha salido nuevamente a dar el informe diario sobre los enfermos con Coronavirus y los fallecidos. Los números son progresivos, exponenciales a nivel mundial, pero no tan dramáticos por estos lares.
El Doctor Urenda, hombre tranquilo que amasa las palabras correctas para decir lo que tiene que decir, las cosas no están tan fáciles, la epidemia avanza, preocupa y sabe muy bien cuanto daño puede hacer. En una entrevista esta tarde a la periodista Melvy Ruiz, el Doctor Urenda nos dió un pantallazo de lo que se viene, una radiografía de un futuro inmediato desgarrador. Tal vez no vayamos a tener el impacto como en otras ciudades, como en Nueva York, o en países como Italia y España, pero si vamos a tener un fuerte golpe a familias cercanas, esas que viven en los 1500 kilómetros de calles y avenidas de la ciudad.
El contexto es más grave de lo que parece, pareciera una repetición de la frase, que entre más se repite más terrible parecer. La información del galeno que dice que "la transmisión comunitaria es muy peligrosa, la fase 4, porque puede haber enfermos de coronavirus que no han viajado, que están en su casa y lo que es peor, no tienen ningún síntoma", es decir, no saben si están enfermos y no saben si han contagiado o no.
En esta etapa prácticamente se materializa el temor de luchar contra un enemigo invisible, que traspasa paredes, fronteras, piel y cuerpos. Se muda como se van cambiando las nubes por el cielo de cielos.
La gente no lo sabe, pero nada va a volver a ser como era antes. No va a haber cuarentena de corto plazo y de aquí en adelante los cuidados deben ser mayores.
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