miércoles, 19 de mayo de 2021

LOS VIRUS LLEGAN DEL PLANETA MARTE - UN ARTÍCULO MUSKIANO

 

Ok.

El tiempo pasa y sinceramente no le veo más justificativo para no seguir haciendo lo que venía haciendo en este blog. El tiempo pasa, el virus avanza. La gente se cansa. ¿Qué le vamos a hacer?

 


No les quiero mentir, realmente no sé sobre qué escribir. Porque son muchas cosas que pasan alrededor. Pero hoy día, lo más importante pasa a ser irrelevante al minuto siguiente. Cuando me despierto, alucino que sigo durmiendo y camino directo al cuarto de mis hijos para ver si están bien. Siempre están bien, pero existe la posibilidad de que no…y eso me altera el sueño permanentemente. Estoy tomando melatonina, para ejercer un sueño más profundo sobre mis deseos de no querer dormir más.

 

Es angustiante ver a la gente como se angustia. Los casos de coronavirus son como esas noticias que nunca acaban sobre violación o feminicidio, sobre asaltos o accidentes de tránsito. Son como esas leyes que no entendemos, pero son tan normalizadas que hace que las comentemos y las creamos como algo tan natural, pero sin embargo sabemos que es un nefasto juego para endilgarnos deudas por solo usar el derecho propietario de caminar sobre la tierra donde nacimos.

¿Vos sabías que las leyes están hechas con impuestos que pagamos? De todas maneras, todos tienen miedo a la inteligencia artificial, pero esta inteligencia humana creo que es más maquiavélica, sin ofender al dueño del apellido italiano, pero crear cosas y leyes para forzar a otro ser humano que haga lo que dice la letra muerta es ofender a la naturaleza de las cosas.

 

Todo queda registrado, cada vez más estamos en un estado súper vigilado, y no solo lo digo por las estructuras estatales que es un muerto al que ocupan su lugar: políticos nacidos de las canteras de las cárceles. Estamos expuestos a la posibilidad de que algún extraño nos grabe y nos lleve en su camarita, filmado o fotografiado sin saber que va a hacer con ese contenido en bits. Es un poco peligroso, dependiendo en la mente de quien cae esos archivos. Pero el “sana, sana” viene de tu propia mente, cuando decís que de todas maneras estamos todos posando en los Facebook e Instagram a voluntad propia; pero luego me digo, no es tan así, porque allí subimos fotos posadas, comunicamos algo, tratamos de decir muchas cosas en clave, codificadas, con expresiones que son nuestras, pero pensada para los demás. Son fotos y videos pensados para que los demás lo vean. Porque estamos en la era de la edición. Todo lo editamos, hasta el ADN se puede editar, el virus, la foto, el video. Ya no es un lujo de unos cuantos que sabían manejar la técnica y tenían la tecnología. Hoy día todos podemos ser editores de nuestras vidas y la de los demás. Por eso el miedo a tener una permanente vigilancia de las cámaras, tanto de las que ponen los gobiernos chicos y grandes, tanto por los lentes de los que andan pendiente de todo, incluso de lo que no les incumbe.

 

En fin, la vida ha cambiado tanto desde que el virus llegó a nuestras vidas. Iba a decir a nuestro planeta, pero eso ya me suena muy muskiano, pensar que vino de otra galaxia o posiblemente del planeta Marte. No importa, lo que realmente importa ya no importa hasta que viene otra noticia y la reemplaza. Es un juego de “yo soy primero” y, qué pasó con la frase “los últimos serán los primeros”, una frase desproporcionada y sin igual. Nadie en este mundo quiere ser último, nunca más.




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