jueves, 20 de mayo de 2021

EL TÍTULO ES LO DE MENOS: NOTICIAS DE UN DÍA ANTERIOR A ESTE

 

Ayer tomé 1 taza de café, 2 tarros de red bull, medio litro de agua y manejé durante 45 minutos por la ciudad de norte a sur, de este a oeste, para darme cuenta que todavía nos falta mucho como sociedad.

 


Revisé mil veces mi celular, me agregué a un nuevo grupo de noticias donde me pasaron dos malas y una buena. La primera mala decía que se había muerto un compañero de trabajo, la segunda que otra colega estaba al 50% de su capacidad respiratoria. La única buena era un espejismo. Decía algo así como que ya llegaban las vacunas.

 

De todas maneras, eso de ir por la ciudad derramando lágrimas mientras manejo se ha vuelto muy recurrente. La gente ya no tiene lástima por ellas, ahora sale y corre por las calles, sabrá Dios para que lo hacen. En números, hay más de 100 mil personas sin trabajo deambulando por estas aceras, buscando trabajo donde no existe.

Los que están saturados de trabajo son los médicos. Había seis reinfectados en sala de espera luego de que hayan vuelto a sus terapias intensivas. Ya estaban vacunados y sin embargo se volvieron a enfermar, hablo de los médicos. No tiene nada de normal pensando que la gente que cree en las vacunas, lo hace para que tenga la sensación de salvarse. Es la referencia: la primera vacuna te dio solo un 35% de protección de inmunidad, con anticuerpos fabricados en un laboratorio. Eso es mentira, tenía que haber sido 65; y ya la gente se siente decepcionada.

 

Eso debería declararse como un mal endémico. La gente se decepciona por todo y por nada. Sobre todo, por los políticos, por las grandes corporaciones que solo ven números que se transforman en dinero, no ven personas haciendo filas. Ven cifras con asteriscos o símbolos de monedas extranjeras. Habría que crear un “día del Decepcionado”, para recordar que no debemos decepcionarnos de las cosas que ya sabemos que pueden pasar y, deberíamos ser más auténticos, como los robots o bots que manejan las redes sociales y las nuevas machine learning. Deberíamos aprender de ellos o ellas, si es que tiene género, como la robot sophia, que tiene una cara de pelotuda, pero que en un abrir y cerrar de ojos ya calculó las mil maneras de cómo puedes morir en los próximos 10 años. Y nada de sorprenderse que dentro de una de sus opciones sea la de ella “pensando” en aniquilar a la humanidad; ¿razones? Se preguntará: por “pelotuda” se responderá.

En fin. Lo cierto es que, dentro de las probabilidades de que nos sintamos decepcionados por algo, está la de quedar inmunizado para siempre, y es algo que no va a suceder, como que los teléfonos celulares duren para siempre. Es como los cuerpos de los seres humanos. No duramos para siempre, por eso existen los ataúdes, los sepelios, los cementerios. El cielo y el infierno. No somos en cuerpo carne y hueso para siempre, y eso debemos saber reconocer, para no vivir atribulados de que es lo que va a pasar. Ya sabemos que es lo que va a pasar. Supongo eso es lo que dicen los políticos cuando son elegidos. Los únicos que no se decepcionan son ellos, porque ellos saben que nos van a fallar. No hay político que no entienda que su función en el curul es decepcionar. Porque están hechos a la medida de un grupo de personas con intereses. Juran que los pone el pueblo. Desde que existe la publicidad o propaganda política, gana el que más gasta en cambiar la forma de pensar de la gente. El que invierte más en hacer pensar a la gente que ellos son la mejor opción. Siempre ha sido así.

 

Entre otras cosas, cabe destacar: ya tenemos Miss Universo, una mexicana metro noventa salió elegida. Hamas sigue atacando a Israel o viceversa. Donald Trump se prepara para volver. Evo sigue siendo un maleante vestido de político manejando una tropa de hienas que se ríen cuando convulsionan al país. Murió Pablo Calucho, periodista Somos Todos, que demostró mucho valor al enfrentarse a las estructuras típicas de los medios periodísticos y, forjó una marca personal en base a su gallardía y enamoró a un público que lo seguía y que lamenta su muerte. Su corazón colapsó a las nueve de la mañana de ayer, su esposa Noelia Echalar lo despidió con el corazón roto y muchos de nosotros que pudimos alguna vez conversar con él, lamentamos su partida.

 

Hay otros datos que están saliendo a la luz, como por ejemplo: la ciudad que están construyendo a espaldas de Santa Cruz, esa que llaman la Nueva, cerca del aeropuerto, se asoció con un grupo financiero que según los tuiteros, forman parte de un grupo grande de políticos de blue, que están lavando sus penas en un conglomerado que lo único que busca es hacer un paralelo de esta ciudad matando los bosques y alimentando la esperanza de la gente pobre de este país, haciéndolos creer que van a  construir una ciudad inteligente. 

 

Eso es todo por hoy, me pasé de las 750 palabras prometidas por día, espero no se indigesten si llegan a leer esto.

 


 

 

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