LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL NOS VA A MATAR
(no se deje llevar por el título, es mentira)
Hace rato
ya no escribo este blog. Debe ser porque la gente ya no lee blogs, ni nada que
se le parezca. De hecho, la gente ya no sabe cómo se lee.
Lo primero
que hace es abrir el maldito Facebook que, aunque una de sus palabras
compuestas es book=libro, lo único que hace es “swippear” o sea, pasar la vista por cada foto que se le aparece, y
ni siquiera es eso, lo que buscan son memes, la manera más primitiva de leer,
mediante dibujitos que hacen un chiste sobre alguien o sobre algo.
Es
terrible que la gente no lea, en la era donde existe ya la inteligencia
artificial estamos dando por sentado que sabemos leer y sin embargo cada vez
leemos menos. Los robots leen cada segundo de vida binaria. Es algo que no
tiene discusión, en menos de una década la inteligencia artificial habrá
rebasado la inteligencia del ser humano para pasar al siguiente plano, el de la
inteligencia abstracta donde todavía el hombre no ha logrado colocar bandera.
Es algo que no se entiende a primera vista porque la inteligencia abstracta
solo la sostenemos como propia pero no la hemos analizado a profundidad;
mientras que la inteligencia artificial está dibujando un mapa de todo ese
mundo que no se ve.
Las
computadoras no rezan, diagraman un mundo inexacto definido por nosotros y
resuelven los problemas que hemos creado, pero además definen que problemas podemos
sostener y cuáles no. Hemos perdido la capacidad de romper nuestras propias
metas por entrar a un mundo donde todo lo que hemos hecho parece suficiente.
Tal es la definición de redes sociales, donde hemos quedado atrapados en una
maraña de conexiones que en vez de juntarnos nos separan. Estamos a mil años
luz de volver a concertar en un momento del tiempo para llegar a tener
similares convicciones. Hoy en día la manipulación a la que tanto tenía miedo la semana del odio - Ref.- libro 1984 de George Orwell - se hace
realidad.
Estamos
siendo manipulados por algoritmos que, en plena confianza de nuestras
ignorancias, nos preguntan que queremos hacer con nuestra vida, cómo la
queremos hacer, y en base a eso nos da lo que queremos consumir en una especie
de atragantamiento digital que hace que cada día llenemos nuestro búfer de mierda disfrazada de contenido
que supuestamente nos entretiene o beneficia. Más que en la era de la
información estamos en la era de la desinformación, donde dejamos que nuestros “Me gusta” y los #hastag formen parte de
nuestras búsquedas. En otras palabras, estamos buscando un lugar para perdernos.
Todo
tiene un embudo, para hacernos caer en un pozo del que después no vamos a poder
salir. El remedio para tanto desbocamiento está en la plena conciencia de que
es lo que queremos e ir a buscarlo y no dejar nada en automático. Sé que parece extraño dar este tipo de consejo,
pero es que nos han hecho creer que nos van a hacer la vida más fácil solo para
vendernos algo. No se dan cuenta que la publicidad tiene un fin maligno en el buen sentido de la palabra
que es el de controlar tus deseos de comprar algo y que ese algo es lo que
aparece en la publicidad. Y como ahora todos tienen un medio de comunicación
gratuito y pueden llegar a millones de personas, pues disponen del Clickbait para hacerte pisar el palito y caigas en una decisión
que tal vez te convenga o tal vez no.
Si, seguro estás pensando que todo lo que tú decides está dentro de lo que quieres y que si te equivocas es tú responsabilidad. Pero no es así. En la era de la manipulación informática tenemos derecho de no dejarnos manipular valga la redundancia del concepto. Estamos ante un punto donde converge lo inexacto con lo que se supone que es correcto, es decir, nos mienten con el único fin de que seamos parte de “el fin justifica los medios”; no somos un rebaño de ovejas que llevan a esquilar, menos un hato de vacas que camina directo al matadero.
Como
decía al principio, “hace rato no escribo
en este blog”, porque sé que no vas a leer esta parte, porque supuestamente
si no te atrapa en los primeros cinco segundos o en el título, o en la trama
del versículo 1, pues de nada sirve escribir las 750 palabras digestivas de
este post. De todas maneras, si lo has hecho, deberías escribir un comentario
por lo menos para saber si lo que piensas sobre este artículo desarticulado
está bien o mal, así formará parte de la inteligencia humana y no la artificial
quien decida que está bien y que está mal en este mundo digital.
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