jueves, 26 de marzo de 2015

EN LA CRESTA DE LA OLA TECNOLÓGICA: SURFEANDO LA INFORMACIÓN

El tiempo pasa  y es lineal, nunca se termina aunque la gente diga que se acabó el tiempo.
Es imposible porque lo único que se acaba es lo que dejamos de hacer, pero sin embargo sigue continuando inexorablemente. O lo peor de todo es que creamos que aunque tengamos tanta tecnología a nuestro alcance no sepamos distribuir nuestro tiempo y, al contrario lo malgastamos pensando que estamos viviendo en un caos completo.


Es cierto, la tecnología nos cambió la vida, en absoluto, todo dejó de ser igual desde que entraron estos instrumentos de las redes sociales. Los smartphone, los tablets, las computadoras: pc, portatil, etc. Hoy Isra García nos dio el mejor ejemplo de cómo podemos aprovechar todo eso que tenemos a mano: twitter, facebook, blogs, pinterest, etc. por qué no hacerlo, si están ahí, además es inevitable su uso porque es necesario tenerlos a mano, a diferencia de Isra, que está en pleno desafío para dejar el teléfono inteligente por un tiempo;  comenzar el día sin estar pendiente de eso,  hoy día, es casi imposible.

En la película, Birdman, lo explica de manera extraordinaria, la hija del protagonista, ver video (Emma Stone) cuando le dice que es un renegado de ellos, de que no cree en estas tecnologías que sirven para viralizar un momento y que eso significa tener poder. Mi hijo de 2 años, no puede despegarse de mi celular sin entrar a youtube y ver su serie favorita Capitán América, los grupos del what´s app que comentan todo mediante ese artificio de la comunicación instantánea, la locura por los memes a cada minuto dando vueltas por los celulares, la información inmediata recogida por el ciudadano común y corriente denominado periodismo ciudadano grabando policías y falsos policías abusando de la población. todo se ha vuelto viral.

Las empresas están cambiando, los servicios, los productos, los clientes, los usuarios, los vendedores tienen que adaptarse a este ritmo de vida que es vertiginoso, el que no le sigue los pasos queda como pasivo ante semejante revolución, las mismas ideologías pragmáticas quedan  obsoletas ante semejante cambio. La teoría del todo de Stephen Hawking (ver video) nos prepara a esto, aunque la película sea una simple novela del científico más reconocido en estos momentos. La idea de que Dios no existe hasta que la tecnología lo compruebe es un absurdo ineludible como lo había planteado Nietzsche con el superhombre de Así hablaba Zaratustra.

La economía está cambiando, los países, sus políticas, los wikileaks desangran bits de información delatando mediante las redes mundiales, una y otra vez dan un batacazo que desnuda lo que antes pensábamos o ignorábamos que estaba bien o mal. Los medios de comunicación dejaron de ser puentes que creaban retenes para controlar la información y así, supuestamente, informar y formar, entretener y quedarse con el último pantallazo. Hoy los comentarios llenan espacios en las páginas web donde se dice hasta lo que nunca habíamos pensado que se podía comentar. Los editoriales pasaron a mano de los que quieren opinar; los informantes pasan datos al descubierto o encubiertos. ¿Adónde vamos a ir a parar? Pareciera que no tiene final, por más censura que haya, es una fuerza que desborda como esos rios después de tanta lluvia.


Lo importante acá, es que está sucediendo, y no podemos hacer nada más que acompañar la ola, como hacen los surfistas, que se trepan a las grandes pendientes de agua y aguantan hasta que los tiran de nuevo al mar profundo de lo que hoy llamamos las redes sociales.

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