martes, 7 de enero de 2014

La historia de Roberto Suárez y Pablo Escobar



Ellos se conocieron  a finales de los setenta, cuando la droga estaba convirtiéndose en un negocio seguro y prospero, de esos negocios que nadie más sabe cómo hacerlo y solo unos cuantos se animan, un negocio maldito.

Roberto Suárez Gómez  era un empresario reconocido, de familia pudiente en Bolivia, descendientes de los  Suárez  que explotaron la goma en el siglo decimonónico. Luego pasaron a la ganadería el momento que los mercados internacionales encontraron la competencia contra el monopolio y luego, por intermedio de Roberto Suárez, llegaron a terminar con el negocio multimillonario de la droga.

Pablo Escobar, que cuando tenía treinta años aproximadamente, se convirtió en socio del llamado rey de la cocaína, comenzó intermediando y sirviendo de puente para refinar la droga llevada desde Bolivia, para meterla  por la florida al universo potencial de clientes en Estados Unidos. La más purificada de las drogas que se vendía durante los ochenta. Luego, ante la creciente demanda y habilidad para negociar con la blanca, y ante el acecho de los gobiernos de Colombia y Norteamerica, lograron abatir al narcotraficante más conocido y temido del mundo.

Ellos dos tuvieron una historia en común, un negocio que los unía, pero dos  finales diferentes. después de casi dos décadas del fin de su reinado de la droga, de ambos hombres. Salen sus historias contadas por los que quedaron en el camino, familiares que se animan a contar todo sobre ellos: hijos, ex esposas, nietos, amigos, artículos de periódicos que cuentan la historia publicación tras publicación.

Roberto Suárez  El rey de la cocaína, titula el libro de Ayda Levy, ex esposa del  hombre que tuvo el mundo a sus pies los primeros años de los ochenta. Ella, proveniente de una familia  del Beni, donde se enamoró del joven Roberto, el hijo de uno de los empresarios del ganado más prominente de esa  época, 1950, cuenta, con una narrativa prolija, con detalles que llevan y conectan su historia con la del único hombre que llegó a amar, los momentos que ella vivió en ese mundo tan peligroso. En 1979, Roberto Suárez, escuchó un mandato divino que le pedía entrar al negocio de las drogas, para paliar la pobreza de su país, dando oficialmente, la creación del primer Narco Estado. Las páginas del libro, invitan a cada párrafo, descifrar parte de la historia de Bolivia, algo que tal vez, nadie sabía y que se descubre en cada capítulo del libro EL REY DE LACOCAINA.




Pablo Escobar, Pablo Emilio Escobar Gaviria, también vuelve, en boca de su hijo, que reside  en Argentina, y hasta hace  poco tiempo, vivía con la identidad cambiada, luego del documental Los pecados de mi padre donde  pide perdón por  el dolor causado a mucha gente en su país.

Su padre fue uno de los hombres que tuvo mucho poder, manejó  su mundo y el de los demás con demasiada violencia. Hoy el hijo de ese hombre que llegó a amasar una de las fortunas más grande de su país, comercializa ropa con la imagen de su padre. La polémica marca de Pablo Escobar, titula el periódico EL PAIS de España, donde el arquitecto de 36 años de edad, Juan Pablo Escobar Henao, explica sus intenciones de empresario y pacifista. Es una idea que no ha sido bien recibida en Colombia ya que la ropa utiliza la imagen del Capo y se presta a confusiones tales como la apología a la violencia. 

 reportaje de periódico ELPAIS de España


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