LOS MERCADOS NEGROS
En Santa Cruz de la Sierra existen muchos mercados negros. Los mercados negros, a mi entender, son esos lugares donde la gente vende todo bien y todo mal.
En las últimas semanas se ha popularizado mucho por el asalto a un joven universitario que a manos de un malviviente, perdió su celular. En contra de todas las recomendaciones que se hacen cuando ocurre este tipo de situaciones, el joven asaltado decide perseguir al delincuente, corriendo detrás de él. La desgracia lo había llamado a la aventura, con la decidida misión de no solo arrancarle el teléfono celular de sus manos, sino, su vida. Al tratar de alcanzar al hombre que corría con su teléfono, fue embestido, primero por un auto, caído en la avenida de alto tráfico, y arrollado por un camión de alto tonelaje. Su historia improvisada de querer recuperar su pertenencia acabó ahí.
Las siguientes semanas al hecho, las autoridades apuntaron a los mercados que funcionan dentro de otros mercados, que comercializan productos robados. Los famosos mercados negros, o en nuestro caso, los Cachivachis, un lugar donde se reúnen en una esquina muchos vendedores de dudosa procedencia. Artículos de todo tipo, usados y viejos, pero ninguno con documentación que asegure su procedencia.
Y a partir de ahí también identificaron otro mercado negro, que colinda con esa actividad, no en la misma zona, pero sí que forma parte de la cadena de proveedores de servicios para hacer lo ilícito en lícito, o por lo menos aparentar que lo es. Ese mercado al que le llaman los Flasheadores, es un grupo de personas que se dedican a prestar el servicio técnico de arreglo de celulares. Su principal función o servicio que ofrecen es el Flasheo, que consiste en borrar el sistema del celular y darle uno nuevo, resetearlo, como dicen ellos.
Este servicio hace que el celular que está bloqueado, o con un problema de software pueda ser utilizado nuevamente. Entre los trabajos que realizan también, está la venta o reposición de algún repuesto o diseño del artefacto, tales como: pantalla, micrófono, parlantes, baterías. Pero también algo tan esencial para el control de fábrica del artefacto es el IMEI, que vendría a ser el número de chasis del aparato tecnológico, lo mismo que las placas de los autos o el número de chasis, es la identificación del celular.
De esa manera, nos damos cuenta que entramos y salimos muchas veces de esos mercados, algunos con la convicción de encontrar una ganga, un producto más barato que en el mercado formal, y con el conocimiento de que pudo haber sido de alguien más. Los detalles de que si estaba manchado de sangre por la forma violenta de obtenerlo, es lo último que pasa en la mente del comprador o del vendedor final. El proveedor solo llega y se va, y tal vez nunca más se vuelva a ver, pero la historia como la del joven que fue asaltado y decidió perseguir al asaltante para recuperar su pertenencia, quedan en los titulares de los noticieros, que dicho sea de paso, es mostrado en las principales noticias que se repiten una y otra vez con este tipo de historia.
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