Los caminos que recorre SpiKe Jonze en la
dirección y propuesta del guión ganador del Oscar escrito por él es, ese
desarraigo de la realidad que hace que cuestionemos desde un punto abstracto e
irreal la veracidad de nuestra cultura. Lo real es tan absurdo que lo absurdo
es mejor. En el caso de ¿Quieres ser John Malkovich? Donde él hace la dirección
el año 1999, en un guión escrito por Charlie Kauffman, recrean esta misma
parodia de la realidad, atrayendo al espectador desde ese sillón confortable
del análisis retórico de una propuesta bizarra; pero al mismo tiempo leal con
lo que se espera del séptimo arte. Hoy con mayores recursos tecnológicos a la
hora de proponer la escenificación de la historia convierte a “Her” en una
sorpresa para la crítica al observar que la conversación con un sistema
operativo no es tan absurda como parece, y enamorarse de ella tampoco, más al
contrario, el vivir en soledad sin tener un apalancamiento humano lo lleva al
hombre a una desesperación única. Atrae al perro negro de la depresión e inserta en la pantalla del cine la “llamada
a la aventura” de encarar esos miedos y entrar a la caverna más profunda para
salir de ella victorioso con el tesoro y regresar al mundo ordinario totalmente
cambiado en una simbiosis de héroe y hombre nuevo. Pero “Her” no logra eso y a
pesar de lo que se espera, el personaje de Joaquin Phoenix, Theodore, vuelve al
mismo lugar de donde parte para darse cuenta que encontrará su alma gemela en
el personaje de la bella Amy Adams, amiga que parecía que rompía el esquema y
el patrón que él seguía, convirtiéndose también en una decepción para el
sistema y apoyándose al hombro de Theodore, resigna su influencia hacia su
amigo, convirtiéndose en “Her”, la voz sensual y práctica que escuchaba Spike
Jonze mientras escribía el guión ganador del Oscar.
El extraño mundo que nos presenta la
película Her dirigida por Spike Jonze y protagonizada por Joquin Phoenix, Amy Adams y scarlet johanson.
Enamorarse de un sistema operativo, es lo
último que se me hubiera ocurrido. De la voz de Scarlet si, pero de una voz que
te habla desde el celular es poco probable. En este caso el director de la
película Spike Jonze hace un trabajo impecable como siempre. Nos muestra ese
mundo bizarro al que él está acostumbrado retratar. Largas conversaciones que
ayudadas por el movimiento lento de una cámara que sigue la conversación lleva
al espectador de una manera suave a ser testigo de lo que los personajes van diciendo
y haciendo. Es un arte que logra con prolijidad Spike y que el guión, a pesar
de lo estructurado que pretende ser el diálogo, se rompe con la magia que
propone el montaje de la película. Nos lleva a una ciudad que no es conocida.
La ropa, lo patético de los personajes, la
psicología barata y la voz de Samantha en el celular, dejan ver una película
que atrapa como una trampa de ratón, caes por buscar el queso.
Lo bueno.- La dirección de la película es
impecable. El arte, la iluminación, los movimientos de cámaras que hacen una
conversación densa en minutos tolerables. A falta de acción desenfrenada hay propuestas de escenarios
que distraen el ojo.
Lo malo.- La historia es muy absurda, tan
patética como los propios personajes, un escritor que se va a divorciar y que
no quiere aceptar el hecho de que es un fracasado y que no puede salir de su
pereza y depresión. Los amigos que fluctúan entre lo real y lo bucólico.
Extraña sensación de vivir en un mundo embobado, sacado de la parodia sexista
de los noventas donde la mujer juega el rol psicológico de perversa perdición.
Lo positivo.- La inteligencia artificial
propuesta como algo inexorable plasmado en Samantha, el efecto democratizador
de encontrar que un software pueda plantear cuestiones morales y éticas a
través de un programa operativo hace ver lo poco preparado que estamos para lo
que se viene en cuestiones tecnológicas. Lo absurdo del caso plantea una pronta
realidad y la asume como tal al mostrar que lo patético del personaje que
realiza Joaquín está encerrado en su mundo ficticio y, al contrario, lo
ficticio de la voz que interpreta Scarlet Johanson en la voz de Samantha,
ejemplifica lo real y práctico que va a ser la tecnología mediante la
inteligencia artificial.
El Arte.- Destacable el arte utilizado en
la película. La ropa utilizada y los colores pretendían un mundo llevado a los
años setenta, vaga impresión por la forma del corte de los pantalones y ropa de
las mujeres, los peinados y apariencias de las personas en las calles,
contraponiendo al paisaje futurístico de la ciudad en la que fue filmada,
proponiendo una población heterogénea y bien educada.
El viaje del Héroe, la búsqueda de su
propia identidad el personaje entra a su caverna mediante la voz de Samantha
que lo guía hasta el abismo de su soledad y lo hace batallar con sus peores
temores: el olvido de su mujer, el divorcio, la soledad, el cansancio de la rutina.
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