lunes, 9 de mayo de 2016

De dolores de pecho no de corazón

Siento que aprietan mi corazón,
Una punzada de nada, no hay
Lanza ni soldado, ni estoy crucificado
Solo escucho la voz de mi hijo,
Que  jugando cansado el aliento,
Se aferra a sus zapatos negros grandes,
Para correr de un lado a otro.
Músculo rocoso que expulsa sangre y bombea amor
El sol calienta la tarde; es absurdo pensar en un infarto
Cuando tengo mucho por escribir, tanto por decir.
Aborrecido por mi pensamiento fatídico,
Ilusiono a mi miedo, que solo es un dolor más

De espanto que de certeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario