El dólar Blue y sus implicancias
en la economía
Crisis cambiaria para unos,
oportunidad para otros.
La calle Florida en Buenos Aires
Argentina, por estas fechas - enero de 2015 - está repleta de turistas, que
llegan de todas partes del mundo. Y, por supuesto, llegan con dólares.
En la calle Florida, la calle
comercial más importante de Buenos Aires, comienzo a entender al dólar blue, el famoso
dólar blue. Cerca de la Plaza General San Martín, donde los turistas
se reúnen para subirse a los buses y realizar el circuito turístico, hay
mucha gente que va y viene: comerciantes, ejecutivos, vendedores ambulantes y
cambistas.
Cambio, cambio, casa de cambio -
cantan todo el tiempo los compradores de la divisa verde. Y no es solo uno, sino
varios. Están en todo el recorrido de la peatonal. Se mezclan
entre los artistas callejeros, pintores, cantantes y turistas, que van y
vienen, preguntando. ¿A cómo cambias?- A 12 si cambias billetes de 20 o 10, los
de 50 y 100 ($us) te puedo dar a 13, dependiendo
la cantidad puede subir - Ofrecen las casas de cambio ambulantes: jóvenes,
adultos mayores, mujeres, hombres, todos parados en las esquinas o en medio de la
calle. Pasa un oído y le cantan: cambio, casa de cambio. Cambio dólares y
reales. Los turistas brasileños son muchos, su acento y su forma peculiar
de conversar los delata. Siempre caminan en grupo: ya sea familiar o de
amistad. Los otros turistas: del viejo mundo y los de la vecindad
latinoamericana también quieren cambiar.
Cerca de la librería Ateneo, nos
acercamos a un cambista que preguntó cuánto queríamos cambiar ni bien nos
acercamos. Le dijimos que mil, ¿Cuánto me das? 13,20 respondió rápido. –
le dijimos que no mientras amagábamos con irnos – cuanto tenés, re preguntó. -
900 dólares – ok, movió la cabeza diciendo, te doy 13,45. Pero, acompañame,
vamos al frente dijo. Antes de llegar al país, habíamos escuchado hablar de las
cuevas, Lugares donde los cambistas se "esconden" para cambiar los dólares ya que –
supuestamente – está prohibido realizar ese tipo de transacciones sin autorización. La cueva era una
galería comercial, al lado de una tienda de venta de ropa elegante para hombres. Pasamos la puerta y
entramos al pasillo principal, luego una puerta de blindex. Ok, ¿de dónde sos? Preguntó
con una voz ronca que botó palabras con olor a cigarro. Mostrame los dólares – después
de cerciorarse de que eran verdaderos, sacó una calculadora pequeña de su
bolsillo e hizo el cálculo: 900 por 13,45 – ok son 12,105 pesos. Tomá - habló
con confianza - sacó de su billetera 2105 pesos, luego se agachó, levantó el
botapie de su pantalón de la pierna izquierda y, sacó un fajo de 100 billetes
de 100 pesos que estaba debajo de su media – tomá, acá tenés diez mil - dijo -
dame los dólares. Lo contamos, con la desesperación de una transacción
irregular. Terminamos de sudar y con el nerviosismo del cambio de dinero,
conversamos un poco, nos ofreció su tarjeta personal con sus datos en caso de
que necesitemos un delivery de pesos directo al hotel. Hasta cuanto podes
cambiar, pregunté. Lo que tengas, hasta 50,000 dólares si queres. Con ese dato,
nos dimos un apretón de manos y cada quien caminó por su lado entre el rio de
gente que iba y venía esa tarde.
El dólar blue, dólar
paralelo o dólar
negro son eufemismos utilizados
en Argentina para
referirse al dólar estadounidense comprado
ilegalmente en el mercado negro.
Esta denominación del dólar
comenzó a utilizarse en el país desde el año 2011,
debido a las restricciones para la adquisición de moneda extranjera impuestas
por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP)
y el Banco Central de
la República Argentina, bajo el gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner, según Wikipedia. Pero también existe el dólar tarjeta o
turista que es el valor que surge de agregar un recargo del 35% a la cotización
del dólar oficial. También el dólar contado con liquidación conocido como
“contado con liqui”, “gris”, “dólar
fuga” o simplemente dólar bolsa, que es el que suelen usar las empresas para sacar fondos al exterior mediante la compra venta de bonos. Su
procedimiento de obtención consta de adquirir en Argentina títulos (bonos) de
deuda pública emitidos en dólares como el Boden 2012, Bonar X o Boden 2015, que cotizan en la bolsa de Nueva York. Por medio de una entidad financiera o
banco de confianza, se abre una cuenta en el exterior, adonde se pide que se
transfiera el activo. Luego, el mismo es liquidado al contado (de ahí su
nombre) en el extranjero y esos dólares van a parar a esa cuenta creada fuera
del país. El valor para enero de 2015 era de 12 pesos argentinos por un dólar.
Y también está el dólar ahorro que es la compra del dólar realizada en el
mercado oficial, pero ese dólar poca gente lo encuentra ya que existe un límite
de personas que pueden acceder a la moneda norteamericana.
Hay que admitir que los argentinos son
creativos a la hora de poner apodos al dólar, será por el amor que le tienen.
Argentinos y Uruguayos “adictos al dólar” escribe Jorge Heil en infobae en una
nota escrita el 26 de agosto de 2013. Los países rioplatenses se caracterizan
por una clase media vapuleada por décadas de inflación – detalla - En 1964, el
humorista político argentino más recordado, Tato Bores,
hacía un monólogo donde
evidenciaba la pasión argentina por el dólar. Casi 50 años más
tarde, el modelo económico que sigue el país tiene otra vez al dólar en el
centro de la discusión. La diferencia es que mientras a lo largo de la historia
fue la inflación el primer "estimulante" de la compra de dólares, hoy
se adicionan las prohibiciones que el gobierno impuso, conocidas como "cepo cambiario".
Los fondos buitres se
alimentan de dólares y es una figura animal la que define la oferta
y demanda de la divisa estadounidense. El banco central argentino necesitará mayor
cantidad de billetes verdes para enfrentar los vencimientos de la deuda -
30.000 millones los próximos 4 años. El ministro de economía Axel Kicillof busca
estrategias para que Argentina evite otro
default. Estos movimientos en la economía argentina presionan los
precios de las divisas, aún más ahora que el barril de petróleo ha bajado a 46
dólares. El remisero, los taxistas de capital federal, el ciudadano de
provincia se queja: baja el precio de la nafta, pero aumentan los peajes y suben los
impuestos.
Mientras tanto, en la calle las casas de
cambio ambulantes siguen comprando dólares: también lo hacen las agencias de
viajes, explica luís, que vive del negocio de mantenimiento de máquinas de
helados soft y hielo en cubito. Son recolectores de dólares, que al igual que
los bancos y las instituciones del Estado Argentino tratan de retenerlos en las
cajas de pago en efectivo. La confusión por la crisis cambiaria genera
expectativas, algunas negativas como la inflación y, otras positivas para los comerciantes:
importadores y exportadores. En
la Avenida Avellaneda, lugar donde las fábricas de ropa están asentadas, el
flujo de efectivo por las prendas ha aumentado, desde Bolivia los comerciantes
cruzan la frontera cargados con la esperanza de comprar más mercadería que la
que compraba el año pasado. Con Bs.- 6.96 compran un dólar, lo que en
territorio argentino se convierte en 10 pesos dependiendo la cantidad - si es
mayor el monto el precio sube hasta 13,77 pesos argentinos por dólar.