jueves, 14 de octubre de 2010

EL EDITORIAL: JUEVES DE HUMO


Marchas y huelgas, partidos de fútbol y humo. ¿Que tienen en común estos temas? nada si uno no entiende la realidad actual que estamos viviendo. Ayer en la marcha comandada por la Federación de trabajadores de la Prensa y acompañada por los diferentes medios de comunicación y sectores sociales se realizó una manifestación inédita, nunca antes se había visto protestar de ésta manera a la gente que trabaja informando a la población, siempre fueron ellos los que daban la noticia, realizaban la cobertura del hecho y analizaban el momento. Como también es única y valerosa la huelga que hacen los trabajadores de la prensa, radio y tv. Todo por los artículos 16 y 23 de la ley contra el racismo y la discriminación promulgada por el presidente Evo Morales. Dos artículos que vulneran el derecho a la libertad de expresión y trabajo no sólo de la gente que trabaja día a día en las labores de comunicación sino del ciudadano de a pie. El derecho universal de pensar y opinar. Pero todo sabemos que es un acto político y que ha sobrepasado la línea de lo correcto con el pretexto de defender el bien común de todos los bolivianos. Nadie se opone a la ley contra el racismo pero no está de acuerdo con los conceptos añadidos en esa ley que quitan derechos a unos y subordina a otros. El fútbol también es una manifestación llena de euforia y gritos. Eso se nota más si juegan el famoso Clásico cruceño. Más de 30 mil personas llenan el estadio con la motivación de ir a apoyar a su equipo. En las tribunas también se siente la agresión de dichos artículos por que en algún momento sienten que pueden ser tocados por la fuerza coactiva de esa ley. La forma de manifestarse del hincha es inigualable. De pronto un oficinista tranquilo pasa a ser uno más que salta con la barra brava vociferando insultos agrediendo verbalmente al contrincante. Más de uno se ha hecho la pregunta si eso también es discriminación, o racismo si se le hace notar a un coterráneo su color de piel añadiendo un insulto progresista utilizado por el populacho desde siempre. Los relatores de fútbol toman sus previsiones, comentan entre jugada y patada que hay palabras que no van a poder utilizar, tales como los apodos de los jugadores por que pueden ser tomadas como discriminantes. Sálvese quien pueda pareciera a momentos decir el cronista que realiza su despacho en vivo desde el estadio.
Confabulándose con la falta de claridad y entendimiento de la situación y a manera de chiste llegan los comentarios sobre el humo que enferma a la ciudad. Es una “cortina de humo” del gobierno dicen algunos, otros se quejan por que la hinchada no toma en cuenta que de humo estamos enfermos y para yapa el festejo de uno de los equipos es pirotecnia mezclada con el uso de bastante humo para hacer sobresaliente la participación de la hinchada celeste. Pero como sabemos que los artificios políticos existen para someter al oponente también existen verdades que nadie las quiere decir y que se callan ya sea por sometimiento o por simple ignorancia. Ese es el caso de la humareda permanente que sufrimos para estas fechas. Conocemos que existen los chaqueos y por que lo hacen, que somos un departamento que produce granos y cereales y que parte del proceso de producción es la quema realizada por los dueños de miles de hectáreas que tienen sembradíos de soja y cañaverales inmensos que forman parte del aparato productivo de la fuerza económica de ésta región; y para que la tierra vuelva a ser productiva tienen que realizar ésta operación por ser la más barata y quizás por que todavía no existe la tecnología suficiente como para trabajar la tierra de manera diferente que no afecte a todo un país. Al final de cuentas uno piensa que es fácil perderse en el camino por lo poca visibilidad o difícil caminar por los obstáculos puestos en el camino.

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