Primero la mano de Dios; ahora llegó el “Messias”; ¿Cuanto influye la religión en el fútbol o cuanto el fútbol en la religión? Si nos ponemos a pensar, muchos futbolistas conocidos y no tan conocidos lo primero que hacen al entrar a la cancha es persignarse o encomendarse a Dios o a la virgen de su devoción. Es todo un rito, un paso a seguir, una obligación. Y lo mismo pasa con los hinchas que son los que sufren tanto como los jugadores en un partido de fútbol. ¿Pero uno se pregunta? ¿Y Dios hincha de que equipo es? Por que uno escucha a los fanáticos de los equipos que quiere que gane su equipo, rezar para ganarle al oponente que también está haciendo lo mismo. ¿No es complicarle la existencia a Dios? Más allá de todas esas particularidades que supongo pertenecen a la idiosincrasia de cada uno o de cada cultura, la utilización de las figuras mediáticas como símbolos del ser católico o cristiano hace que se refuerce más la fe de lo banal. ¿De verdad necesitamos que nuestro equipo gane? ¿No habrá mejores cosas que pedir o rogar? Seguro que si…pero eso forma parte de cada ser. Lo que si me parece que es “sacrilegio”, es pretender comparar a Messi con Maradona, el hecho de decir que es mejor que él, es una aberración. ¡Peor decir que es Dios! Por supuesto que “La pulga” en estos momentos es el mejor del mundo, pero todavía no es mejor que el Rey en vigencia, que es Diego. Le falta mucho para cargar esa corona. Además que es muy pesada, necesita alzar a todo un equipo primero (Argentina). De todas maneras, “no por mucho madrugar amanece más temprano”. El tiempo lo dirá si realmente Messi supera a Maradona, pero hasta mientras es el mejor de Mundo. Y nada más.
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