Los personajes de ésta novela son muy pintorescos, por no decir que están hecho a la medida de un titiritero que juega con el destino de sus marionetas.
Ellos son: Juan Ramón Quintanilla, oscuro como el solo. Walter Shaves, personaje dibujado en las calles como un grafiti del poder: contra y pro. Un juguete rabioso, como la revista. Will García, con aires de Bolaño, el escritor chileno, pinta para obispo de una secta de periodista, temible pro y contra, ambiguos todos ellos.
Según la nota de Pablo Ortiz, García fue compañero de colegio de Quintanilla y amigos de años.
Otras cosas en común entre estos tres personajes es la ruptura: el quiebre o la grieta que los separó en su camino en el denominado proceso de cambio que los unió y al mismo tiempo los separó.
García Mérida llamó mentor de Gaby Zapatilla a Quintanilla.
Lo que los diferencia tal vez sea, es que uno es el perseguidor y los otros dos los perseguidos.
El chofer del presidente
Otro personaje es el chofer del presidente, de su entera confianza. Está con él, según notas de prensa, desde el año 2012. Dice que Evo lo mandó a su chofer a inscribir a su hijo que según Zapatilla, existe.