Cuando Chris Gardner entró por la
puerta principal del auditorio de CAINCO la gente se calmó, se tranquilizó
porque lo esperaban con ansiedad, era cerca de las 10:30 de la mañana cuando
comenzaron a emitir el trailer de la película “En busca de la felicidad” basada
en su historia, donde Will Smith y su hijo Jaden actuaron interpretando alahora, exitoso hombre de negocios.
La historia de Chris conmovió a
mucha gente, el hombre que tocó fondo y con mucho esfuerzo y sacrificio logró
retomar su camino, formar una empresa, sacar adelante a su familia. Vivió con su hijo por un año como
mendigo por las calles de San Francisco: durmió en las
aceras, refugiado bajo los techos de los bancos de la ciudad, en los baños
públicos.
Cuando pasó al centro del salón
de conferencias y todos nos colocamos los auriculares para escuchar la
traducción simultánea, Chris nos dijo: “Si esperaban a Will Smith, lamento
decepcionarlos, él no va a venir”.
¿Qué es lo que haces y como lo
haces?, preguntó Chris Gardner a un agente de bolsa cuando bajaba de un porche
rojo (1981), miraba a su alrededor y todo el mundo se veía
feliz, todos menos él. Su situación económica y financiera no era de las
mejores, su esposa estaba cansada y frustrada por la situación y su hijo necesitaba alguien que lo cuide. Chris cuenta
que su madre le transmitió los consejos necesarios para vivir; en la
constitución americana Thomas Jefferson escribió que todos los hombres pueden
buscar la felicidad; la genética espiritual, como él cuenta, hizo lo demás en
su vida. Las palabras que le dijo su madre cuando él era niño le marcaron el
camino del éxito: “Tu puedes ser lo que
tú quieras, si quieres tener un millón de dólares, lo vas a tener”, narra
en la conferencia que mantuvo a todos atentos a su voz clara y pausada.
Chris tenía un padrastro que cada
vez le repetía que no era su padre, la
ausencia de su progenitor hizo que nunca abandone a su hijo. “Yo soy el presidente de la felicidad”,
decía Chris Gardner parado frente a más de 500 empresarios en CAINCO.
Vivir en la calle le dejó muchas
lecciones de vida. Chris confiesa que cuando se trasladaba del hotel al
edificio de CAINCO contaba las guarderías y lugares donde se podría quedar por
las noches si no tuviera un lugar donde dormir. “En la película se muestra que mi hijo tiene 5 años, pero no era así,
tenía 14 meses”, explica. El ser padre soltero, haber decidido pasar por un
periodo de prueba de seis meses en una de las empresas de brokers más
importante en San Francisco, sin sueldo y sin la seguridad de que lo contraten,
hizo que Chris se esfuerce el doble. Lo que los demás hacían en nueve horas, él
lo hacía en seis. “Había días que no
comía, pero mi hijo si, él no tenía por qué saberlo” relataba.
La genética espiritual es de loque habla Chris en su conferencia, de las palabras que pasan experiencias,
sabiduría y fuerzas para afrontar la adversidad. “No hay un plan B, Comienza desde donde estas y con lo que tienes”,
aconseja el hombre que buscó la felicidad y la encontró.