El proceso creativo origina una
explosión de ideas que día a día se pueden crear.
Cuando me propuse crear un VideoBlog en mi canal de Youtube, al ver la experiencia que han tenido otras
personas que trabajan en el audiovisual o en los medios de comunicación, me
fijé la meta de hacerlo creando un video por día y que el proceso creativo alimente
mi creatividad y mis ganas de seguir.
Antes lo había realizado con el
blog escrito y me dio muchas satisfacciones personales. El cumplir la meta. Tener
la mente organizada y atenta a crear cada día. El único detalle el cual hay que
tomar en cuenta, es el factor tiempo. Cuando
dedicamos a realizar actividades que no están relacionadas directamente con nuestros
ingresos o son fuera de lo común, tomadas como actividades hobbies que aportan
poco valor al entorno o a los grupos de interés, es que decaen las ganas de
seguir haciéndolo. Ya sea porque las otras obligaciones se interponen en ese
proceso.
Pero en el caso del Vlog, tiene el plus de otorgar visibilidad. Crea
mayor exposición del trabajo y por lo tanto contrae mayores riesgos y
oportunidades. Cuando los procesos generan reacciones positivas o negativas,
podemos decir que estamos avanzando hacia algo que tiene mucha luz y que nos
puede beneficiar. Llegar a obtener el preciado premio, salir airoso del viaje
del héroe, o desfallecer en el camino sin pena ni gloria.
Entre los riesgos están:
equivocarse y cometer un magro error donde se vea afectada la marca a la que
perteneces. Que la marca que tienes sea mala. Que las acciones te lleven a un
camino sin salida, habiendo perdido tiempo y dinero. Entre las
oportunidades están: obtener mayor experiencia en el desarrollo del
producto. Lograr mayor conectividad con otros agentes que lleguen a ser buenas
relaciones de negocios y trabajo. Ampliar nuestra capacidad de producción y
experiencia. Por donde se lo mire. Hay más oportunidades que riesgos de perder.
Otra forma de ver el proceso es:
verlo como una totalidad. Mirar más allá de lo que tenemos en el corto plazo y,
proyectarlo a un plano más elevado. La
totalidad en el cuento, en la ficción, en la escritura, en el trabajo diario.
Las consecuencias son impresionantes cuando entendemos de donde viene el
producto y hacia dónde. Los productos se crean y se mejoran. Es así como se
deben ver todos los desarrollos de ideas. Primero la tormenta, luego la calma.
Prepararnos para la tormenta. Disfrutar la calma. Calmarnos cuando la tormenta
llegó. Calmarnos cuando se va.
La totalidad es matemática. Tiene
un punto de inicio y punto de llegada. Tiene una duración. A veces también
viene con reprogramación o una actualización. Upgrade. Ser práctico conlleva a
la repetición. El Replay organiza mejor las ideas porque se genera una métrica.
Una estadística. Una segmentación. Allí encontramos una base de datos para
saber cómo manejar las situaciones. Como se va a comportar el tiempo. El día a
día se vuelve más fácil de manejar. Y de ahí nuevamente la explosión. La
necesidad de crear algo nuevo.
En el caso del Vlog o Blog. Estos
procesos obligan a generar explosiones diarias. No es necesario que busque los
enlaces con estudios que ratifiquen lo que digo. Es una verdad absoluta.
Tanto caer el agua al cántaro, que lo rompe. Es así con cualquier proceso o
producción. No todos tienen la necesidad de ver la totalidad. Cuando la
encuentren. Miren para atrás. Vean que los pasos lo dieron con alguien que
sabía hacia donde se dirigía, van a sentirse seguros con el producto. Porque no
somos infalibles. Eso la gente lo sabe. Nadie lo es. Todos buscan la
perfección. Pero hoy con las redes sociales, hemos visto que los riesgos se
comparten. Mucha gente realiza acciones parecidas todo el tiempo y, no por eso
necesariamente copia.
Entre las cosas negativas que
surgen en esa totalidad, es el encuentro con la decepción. De ver un pequeño
bache en el camino y ver que es inmenso. Eso pasa día a día. Pero el secreto
es: continuar. No importa si vienen mil baches más. Si está todo torcido. Si
volvemos a caer. Todo tiene un propósito. Todo tiene un sistema. Llegaremos
igual a la meta. Aunque sea tarde.
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