jueves, 4 de diciembre de 2014

La noticia que no se ve

La otra noticia que no se ve

Justo es mecánico, vive de lo que arregla. Su mujer es devota de todas sus buenas intenciones. Sus hijos son el ejemplo del ejemplo de sus padres. Cristianos evangelistas. Viven en una casa en anticrético unos metros más allá del séptimo anillo. Al sur de la ciudad. Camino a ypfb.

La barda de la casa donde habitan desde hace más de dos años es alta, tiene 3 metros y medio. Eso no impidió que un niño de 11 años trepe por ella, desde el lote baldío. Entró a robar.

Gráfica del muro que cedió. Se ve que la parte superior fue añadida

Justo estaba en su trabajo. Su esposa llegó antes de lo previsto al hogar, sin imaginarse que dentro de su domicilio se iba a encontrar a un ladrón. Él In fraganti encontrado se largó por donde vino. Temprano para él, tarde para ella. Porque ya había acarreado una garrafa de gas y ropa que estaba tendida en el alambre.

A Ángel Gabriel  le había enseñado a robar su hermano mayor. Y a su hermano mayor le enseñó su padre. Su madre al ver que su familia se había convertido en una especie de  banda delincuencial familiar, decidió irse a Chile en busca de trabajo.

2 años después de que Ángel Gabriel había ingresado a robar a la casa, su hermano mayor asaltó a la esposa y a la hija de Justo. Sacó un arma y apuntó al pecho de la niña, a plena luz del día, con la gente mirando por las ventanas de las casas aledañas. Se llevó la chauchera con billetes de 10 bolivianos, un celular, y la tranquilidad de la familia. 2 años pasaron para que ese mismo ladrón llorara frente a las cámaras de televisión de los noticieros del mediodía, contando que su hermano menor había muerto aplastado por una barda. Su padre, lloraba desconsolado, su madre arribaba desde chile en un vuelo despavorido.

Un niño perdió la vida aplastado por una barda, en un barrio al sur de la ciudad. Su familia consternada llora la perdida. Argumentan que la barda se cayó porque estaba mal hecha. Su madre volvió desde chile ni bien supo la noticia. El presentador del noticiero no encontró la otra historia. La barda que se desplomó encima de un niño de 13 años fue la noticia. No buscó entre los escombros de sus miserias. La suerte le jugó en contra. Al niño y a la sociedad.

Justo cuenta que cuando vio las imágenes supo de inmediato quien era la familia y que había ocurrido en ese momento. Pero prefirió callar, su mirada lo decía todo: tranquilidad con una mezcla de justicia injusta.



La otra noticia
http://www.eldeber.com.bo/santacruz/nino-muere-aplastado-barda.html




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